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lunes, 4 de marzo de 2024

miércoles, 28 de febrero de 2024

Ghosting

Ghosting

 

Palabra que nunca se miente

fantasma de sombra silente

motivos se esconden silencian

ausencias sin rastros presencian

 

en claro ojos se aprecian

el llanto de un dolor latente

 
palabra se muda y la gente

no entiende el por qué desvanecen

 

entiendo la caracola

y la rodilla que rota

abismo de la pernocta

¡apaga la luz farola!

 

De ella no supe más

de mí tampoco, demás

decir de escabullir, el dolor

no hay pena si no hay amor

 

Augusto Plasencia

sábado, 3 de diciembre de 2022

Nunca te guíes por las apariencias

 ¿Les ha pasado? A mi me ha pasado. Les relato:


Nunca te guíes por las apariencias


Una vez fui vendedor inmobiliario, pavito, en flux y corbata, oloroso a colonias, rasuradito, zapatos lustrados...en fin, todo un muñequito de torta. Bueno, eso, entonces resulta ser que asistieron a la oficina un matrimonio de viejitos desaliñados en busca como se ha de saber, de residencias. En las oficinas de éste tipo, ejecutivas e inmaculadas con sus apariencias estéticas, el personal se viste y comporta según las exigencias de sus directores y yo no era la excepción, hasta cierto punto, claro.


Lo cierto es que, el par de viejitos no fueron tomados en cuenta cuando aparecieron en el umbral de la puerta, debido a que, se sabe, ya lo dije, su aspecto desaliñado. Se les notaba el abandono en su presencia. Por ende, ningún vendedor quiso atenderlos y la recepcionista sin hallar que hacer los remitió a mi cubículo. 


Parados frente a mi escritorio y yo atontado ante ello, no me quedó otra, que sugerirle tomarán asiento mientras yo salia un momento a reclamarle a la recepcionista tamaña indiscreción, pero no cerré la puerta y el susurro de mis palabras llegaron a los oidos de mis posibles clientes. 


Luego del aforado reclamo, fui al baño, me lavé las manos y la cara. Me observé en el espejo, me di aliento y consuelo, pensando en como me desharía de ellos en un santiamén. Regresé al cubículo con nuevo ademán de apariencia petulante, mi objetivo, deshacerme de ellos rapidamente pero, no obstante, notaba que mis clientes no reflejaban en su cara contrariedad, angustia, preocupacion o animadversión. Esperaban por mí, mis proposiciones de ventas, mis exposiciones y no estaba yo dispuesto a malgastar mi tiempo en una posible venta a unos viejitos con cara de limpios.


¿Por favor, muestre lo que nos ofrecerá? - me increparon


Les vi sus caras, pacientes e inexpresivas. Acompañada de una voz suave y segura. Me convencieron y les acerqué la carpeta de inmuebles. Comenzaron a verlas, comentarlas con sus voces imperceptibles casi susurrantes, mientras yo les observaba tratando de dilucidar, sus cambios de posturas, sus amagos en los rostros, en sus timbres de voz, algo que me indicara que habían entrado a la oficina equivocada en busca de algo que ellos no podrían pagar, pero no, eran unos seres centrados, tranquilos, seguros, no se impresionaban con los precios y ni por las bellezas inmobiliarias que allí se fotografiaban.


Luego de sus consultas me pidieron les llevará a tres quintas, grandes y lujosas. Les hice ver el precio, que no vieran bien, pues suponía que no tendrían para pagarlos, pero ellos; sin más, reclamaron su demanda de visitarlos. Les notifiqué sobre los pagos de movilidad y aceptaron sin desagrado, y no sólo eso, sino que propusieron ir con ellos en su auto. Accedí pues yo carecía de auto.


Mira tú, ve, salimos de la oficina, bajamos al estacionamiento abierto, yo buscaba de entre los autos algun impresionante vehículo que dieran luz sobre la riqueza de los viejitos y asi convencerme de la posibilidad de la venta, pero he ahí, el carro era un cacharro, un nova destartalado y sucio modelo de los sesenta o algo así. Temí por mis ropas, vi las caras inexpresivas de los dueños, ellos entraron al vehículo y me invitaron a entrar en la parte de atrás. Vaya que tenían cantidad de desperdicios, la viejita ordenó un poco para darme espacio en unos asientos manchados y polvorientos en donde yo sólo pensaba en mis ropas y zapatos. Del olor, para que les digo, el olor es desidia, abandono y combustión de gasolina, pero sin más, así partimos.


Les cuento, fue infructuoso, no se decidieron por ninguna, ni esas ni otras que les mostré semanas más tardes, porque les digo, llegaban a la oficina sin previo aviso y solamente me solicitaban a mi como vendedor, no aceptaban a más nadie. Era en ese tiempo, yo, la burla de mis compañeros. Un par de pobretones haciéndome perder el tiempo aunque pagarán por las visitas.


No fueron más hasta un mes después cuando yo creía me los había quitado de encima, pero ésta vez venían con otro requerimiento, una exigencia que para mi era demencial, la menos probable de todas las ventas. Me parece que en la carpeta ellos ya la habían visto y cuidado, si no visitado. Era una inmensa casa de pensiones en La Pastora, Caracas, una casa de veintiocho habitaciones, diez baños, cuatro cocinas y espacios abiertos, corredores. Una casa que abarcaba una manzana cuadrada y de fácil acceso a la avenida Urdaneta y la Baralt  del centro de la ciudad. Ninguno de los vendedores la mostraban nunca, menos yo, esa casa era un hueso. Muy costosa, más que todas las quintas lujosas allí en carpeta y más descuidada por su estilo colonial o es que las fotos no la representaban en su majestuosidad. ¿Con qué carajo iban a poder comprar esa casa éstos viejitos? Dueños de un carro destartalado y de apariencia desastrosa.


Exigieron que se las mostrara, les mencioné el precio, su excesivo costo, sus caras no se inmutaron, inexpresivas, susurraron, ¡Vayamos hijo!... 900 mil en aquel entonces, años ochenta del siglo pasado, un realero del que no disponía cualquiera menos aún éstos pobretones viejos.


Pagaron los gastos de visita, los compañeros de oficinas se reían de mí al pasar con mis porfiados clientes, la recepcionista murmuraba entre dientes mientras me lanzaba discretas miradas sarcásticas. Incomodo ante tanto, desmotivado, acompañaba a mis clientes, otra vez al maloliente nova destartalado. Esa vez me invitaron un desayuno en la lunchería de abajo, un mesero huraño los vió con desagrado pero muy a pesar de todos, eran unos clientes agradables; cuando conversamos en tópicos generales se les notaba su conocimiento y experiencia. Sabían pues conversar y eso me gustaba de ellos, lo que no, era que me hicieran perder el tiempo con algo que no podrían comprar nunca. Eso me molestaba, pues otros clientes potenciales lo tomaban los vendedores que quedaban en la oficina. Bueno, les mostré la casona, hasta yo me impresioné con ella, lo inmenso que era, estilo español, me quejé de las fotos en la carpeta, tan feas e incipientes y se los hice saber a mis ahora sorprendidos clientes. La casa con sus techos rojos, paredes de bahareque, gruesas, grandes puertas, baldosas coloniales, exquisita realmente. En mi tiempo en la oficina jamás habia mostrado ésta casa y así en un arrebato de confianza se lo hice saber tambien a mis viejos clientes, viejos sí, pero no sólo por sus edades sino porque ya tenía tres meses mostrándole residencias sin ninguna decisión de su parte. Por fin vi una expresión en sus rostros, sobre todo en la de don Genaro que observaba con meticuloso empeño cada detalle colonial de la casa como si recordara parte de su historia infantil, ella, la doña, Felicia, sólo le tomaba del brazo mientras yo notaba que le apretaba en algunas estancias de la casa.


Salimos de allí a la oficina, en el cubículo le ofrecí más detalles de la casa con el menor ánimo de lograr dicha venta, sólo lo hacía por cumplir con los lineamientos de la oficina inmobiliaria. Se fueron otra vez con sus caras inexpresivas, don Genaro me dió un apretón de mano y Felicia me otorgó una hermosa sonrisa, hasta allí llegaron, pensé.


Retomé mis labores de captación y ventas, no se supo más de los viejitos. Mis compañeros sólo se reían de mí cuando se traía a colación dicha experiencia que ya no veía con desagrado como al principio. Dos meses y medio pasaron hasta que aparecieron en el umbral de la puerta de la oficina una pareja bien trajeadas y acordemente perfumadas. Maletín en mano solicitaron a la recepcionista mi cubículo. Me llamaron por teléfono interno, ella me informó que eran abogados. Me preocupé, …¿que querían dos abogados conmigo, acaso venían a comprar o vender un inmueble? La recepcionista lo negó, no sabía, ellos sólo demandaban hablar conmigo, era un enigma, una sorpresa.

Pedí que los hiciera pasar, los invité al asiento y comenzamos las conversas. Quince minutos después todos espabilados y atónicos me vieron correr a la oficina del gerente con un majo de papeles y celebrando, la casa de 900 mil la había vendido y de contado. Luego de ello, los abogados salieron, no se despidieron de nadie aparte de mí y sobre mi escritorio dejaron un botella de Old Parr y una tarjeta donde Genaro y Felicia me decían, solamente, con letras nítidas: " nunca te guíes por las apariencias"


Relato corto

Augusto Plasencia

martes, 19 de diciembre de 2017

Silencios



El silencio es cómplice desde los antaño... balcones desolados como castillos en colinas fantasmagóricas, huellas que marcaron inicios, torturas de las mazmorras, laguna de la Usher que refractó y reflejado su caída mostró los ojos preocupados, la misteriosa entelequia de un Shakespeare a deshora, plumilla en mano y vela Flaubert con su madame, reo de lo moral, absuelto sin mas ni más...
Así se mueve las palabras que silenciosas dejamos en el papel, sin un artificio onomatopéyico de nuestras gargantas inquietas, deseosas de gritar...pero si, lo hacen, en las mentes imperiosas de quienes nos leen y se hacen parte de la historia narrada, llega esa voz omnisciente a los recovecos más ignotos del cuerpo, a las fibras sensibles del ser, a cada poro que suda, a cada frente amplia que entiende que la libertad está en las letras que se hilvanan.Ésta página fue creada para eso, si, lo digo, somos silencios cómplices en las palabras compartidas pero también vomitivos, inalienables, irreverentes, sarcásticos, serios, preocupados, bucólicos, hedonistas, lúgubres, eróticos y un sinfín de posibilidades del escribir con qué nos hacemos dueños de los sentires nuestros y de extraños.


Augusto Plasencia2017

lunes, 6 de marzo de 2017

Todos mis poemas más tu


 No son nada mis poemas

cuando circunscrita en la distancia

olas blancas de prestancias

insistencias de mis temas


Sí amores en cadenas

eslabones ya roídos

con el tiempo los latidos

condonadas están sus penas


Eres flor que permanece

entre vástagos marchitos

eres luz, rayos, hálitos

que desciende y me enternece

prisma, iris de colores

fragancia noble y sabores

todo de ti es jardín de flores

amore, amore, que engrandece

el sentir siempre presente

evocándote aunque ausente

no te pierda de mi espacio

pues éste sol te lo agradece


Epev2016

viernes, 30 de diciembre de 2016

Enclaustrado


Para cuando comiences, estaré allí, donde 

siempre enclaustrado. Ya no seré el mismo, seré aquel, 

amén de tus recuerdos y tus días cadenciosos.


Hombre que eterno camina

vástagos de sus petardos

los que vomitan pedazos

de vida enclaustrada en un vaso

soy de aquí, donde el bagazo

hiso de mi gran porcina

viento azaroso en cortina

mansa mi alma en remansos.


Quien me divise, me anote

quien en la cripta me vea

ya no seré lo que crea

sino grande rueda que rote

pensares de mis cavernas

lúgubres de mis recortes.


Siendo unas luces en el cielo

pasmos de mis letanías

apócrifos de la envidias

le encierro la vida en botellas

que mares donde las ellas

prendieron fogatas y reproches

aman de eternas las noches

de cuando dormía con ellas…


gratos qué enclaustro y mis penas

son la mochila que resta

botijas de mis candelas

que encienden la luz en un broche

¡corazón no me reproches!

guayabo, poemas, querellas

torturan las largas noches

cuando al mirar las estrellas

silencios que me condenan

al ostracismo cartabón del norte

dibuja aristas de arenas.


Epev2016

#safecreative

martes, 27 de diciembre de 2016


GRINCH VENEZOLANO
La utopía soñada vs la realidad reinante

Creo que desde el 2002/2003 nació la idea de robarnos la navidad, catorce años de intentos hasta alcanzar su objetivo y ahora, abarcados todos los espacios, estamentos institucionales y herramientas virtuales, irán tras el poder de la simbólica silla que es su objetivo final. Fueron infiltrando de a poco hasta insertar el chip del mal. ¿Quién no recuerda 1997/98, en qué se decía que de gobernar Chávez, convertiría a Venezuela en una Cuba con todos sus males comunistas? ¿A qué se debe? ¿Al pueblo? ¿A los intereses grupistas? ¿Al gobierno? sabrá pepe...de cierto es que el pueblo es el que lleva leña en estas luchas de poder insaciable que muchos pseudolideres sueñan entre sus sábanas húmedas de excitación agrandada.

Están incentivando las calles y nadie hace un coño, la impunidad reina, echando leñas y más leñas, sólo carburo falta para que en incendio se prenda. Engaños y manipulaciones, confusiones de entre el pueblo, el ganado que no se arrea en bandadas se dispersa que pseudolideres sin proezas aprovechan para hacerse de manadas. Ojo pues señores míos, que en diciembre nos aprietan, la moneda, el gas, la basura que por doquier y gente comiendo de ella, la comunicación que claudica, falla hasta el sistema que reivindica el buen funcionamiento y la paz, ya no hay bolsas del claps, desviadas quizás serian, ¿adónde se irían los perniles ofrecidos? el hambre aumenta cada día y desespera a la gente ¿qué quieren hacer? pregunto. ¿Adónde nos lleva todo? ¿Será que se quieren ir todos, después de encender el país? ocultando la raíz con que destruyeron todo. ¿Por qué no tocan al bobo, al loco ni a la pajiza? ¿Por qué las leyes no se aplican para los que nos tienen la vista montadas sobre los hombros?...nos cazaran como a lobos si logran alcanzar la silla. Hay antecedentes de 1973, otro lugar otras vidas, pero fue. Aquí después 1958, cuarenta años de cacerías, todo lo que les olía a rojo sentimiento del ser.

Me preocupa la indiferencia, la desidia, la impunidad... la bandera que enarbolaron como triunfo de un sistema, está roída en ésta tierra donde intereses grupistas se han hecho de una ristra, un rubro o una peña y desde allí a pasar penas a los eternos pies de barro, éste pueblo que nos es más que escaño para asaltar el poder todo. Nos tienen donde querían, en desesperación y sin norte, ya no hay luz en el poste que nos alumbraba todo el día, para ellos el que blandía la palabra de verdad, era enemigo rapaz que los sometía...y hubieron de eliminar.

El pueblo sin más ni más, vive en su agonía de no saber lo que tenía, conciencia de lo elemental, un subsidio banal lo acostumbro al ocio y la vagancia del vivo, sumo su fuerza laboral robando también al par, vecino de toda su vida.

Allí estamos parados, sobre tonel TNT sin saber lo que devendrá; si el ganado se dispersa será más fácil de cazar... ¿parece que no hay un guía que los pueda enrumbar?
Jamás supe de un socialismo de acervo neoliberal, donde el enquistado de real nos somete en el cada día.

2017… ¡Ay, mamá!

Augusto Plasencia
Poeta.
#safecreative

Registro: 1612270198067

domingo, 25 de diciembre de 2016


2017… ¿Qué será?

Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo

que andábamos para encontrarnos.

Julio Cortázar

 


Será de amor éste texto, no a ti, sino al todo humano.

 

Soy y seré, antes que todo, poeta... esencias de mis adentros que gritan en irreverentes los denodados conflictos de un alma que sola se alimenta de sociales caprichos. La vuelta de la tortilla de entre los mundos alineados, de las profecías imprescriptibles y faltantes de cumplimiento, de la luna rojo encendido que apura a la otra en el perigeo, belleza que también creo nos habla de lo profético y que sola se fue alejando llorando la paz que anhelo. Que las guerras de ilógicos basamento con qué se destruye el todo, de la paz que claman sólo los que padecen los sufrimientos, batallas de invernaderos, inclemencia del tiempo impuesto, Antártida y hueco de ozono, tsunamis y terremotos, teutónicas placas minan, las franjas también se animan a abrir las brechas más amplias, tragarse con sus fragancias ciudades de sus entornos; del hombre que en estos tiempos el alimento se niega dañando toda la tierra que le proveía el sustento por papelitos sujetos que riegan como el tener suntuario, es maravilla del asno el decorarse con oro sin importarle un coño el esfuerzo del labriego.

Los que en la villa nacen y desde arriba nos ven, los que controlan el todo de un mundo de borregos bobos en la esclavitud del dinero. Mostrar los escalafones de una pirámide de ancha base, donde la amplia carga la lleva el que más levanta las pesas de la guaraña con qué nos concibieron urbanos, engaños para los rebaños que se lo creyeron todo.

El hambre ya agencia estragos, el tiempo pasa factura, la guerra siempre procura en reducir al de abajo, montañas de procreación que como hámster que es envolvente en ciudades inclementes que debajo el puente los pare. Demográfica explosión de incontrolable legales, inconciencia de los arrabales que a las letrinas se van y en camino de lo elemental, la delincuencia nos explaye.

Entre tantos albañales una rata blanca pare, la conciencia del que nace es de irreverente mensaje. Los de arriban apuran paso cuando saben del que nace y como al cristo en sus momentos crucifican ante que allane los cerebros de sus pares. Antecedentes los hay y muchos sé que lo saben.

Todos saben quiénes son los que arriba se reparten, los recursos y otros tales que la tierra en su sustento zumba afuera para que halle quien a menester la cultive, la fortuna del vivir es que todo se reparta en la equidad de una ultranza del humano que demande. No hay lógica en qué el desmadre sólo sea providencia, privilegio del de arriba y las migas para el de abajo, el labriego que en trabajo se ha ganado su sustento con sudor y sangre y fuego, borregos bobos, somos ¿sabes?

Yo despido, hoy poeta, éste año de desaires. Tercer milenio y contando, quien sabe cómo saldremos de los errores que cometemos en cada paso que damos, bifurcados los senderos como bien lo decía Borges, para definir los entuertos de algunos y los triunfos de otros manes o quizás rememorando al siempre claro e irreverente Cortázar en su emblemático libro Rayuela y sus historias de Cronopios.

 Epev2016

#safecreative

sábado, 27 de agosto de 2016

Sin lugar dudas


















Si no estoy ante ti

en algún lado

en la puesta del sol

en la amalgama del alba

quizás en la flor que reclama

quizás en tibio aroma de la playa


si no es allí, aquí estaba

cuando tus ojos oteaban, me buscaban

revoleteaba en mi oreja, rumoreaba

la bendita mosca susurraba


ya sabes bien que algún mañana

compromiso fortuito y la palabra

en vuelo monarca irá mi alma

llevando al cuerpo hasta tu cama.


Amo tus besos y candores

tu cintura primorosa y crenchas

tu aliento de menta y afrentas

a éste poeta que te ama


no derrames olvidos sobre sábanas

ni penas fulgentes sobre dudas

no me tases en básculas alimentadas

con rumores de otros que siempre dañan.


Espera paciente al quien se baña

con aceites de almizcles en copas sagradas

con salto de suerte se consagran

las letras que llevo hasta tu cama.


Epev2016
#safecreative