Es un carrusel que nos conduce por vericuetos y
que van dejando nudos en las encrucijadas; nudos gordianos que no logramos
deshacer. Juventud insolente de los días idos que en la senectud de los tiempos llegados,
nos producen remordimientos amparados entre regocijos, agazapo y muchos apenados, que demandan de
la providencia, un DéjàVu hacia las encrucijadas de nudos amarrados.
Yo me inscribo aunque remanso en costas cristales...¡Entiendes!
Yo me inscribo aunque remanso en costas cristales...¡Entiendes!
EPEV.2014
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