¿Dónde
la quieres? ¿Acá?... llega subrepticia como manto que envuelve la noche.
Delante suyo, epitafios en laminas marmoladas y frías, inscritas de haberes y
quereres. Hacia allí la mano señala... la guadaña en sombras de faros, al pie
de poste, el fulano, duerme su siesta finiquita. No sabe que alguien le
aguarda, no sabe que fue su última cena, no sabe que en el fondo de la botella
tres cuarto de anís restante, es para otras bocas que cargaran el féretro de su
mísera existencia.
Epev2016
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